Final

De aquí en adelante me remito a los manuscritos que relatan con detalle, con fechas correspondientes, desde el primer día de su construcción con el primer pilote que se clavó, hasta el último; fecha en que se empezó a colar, fecha en que levantamos los dos primeros arcos, N-E del edificio que al llegar a una cierta altura 4-5m. teníamos que amarrarlos, por miedo a que una ráfaga de viento nos los derrumbara y esto hasta que trabajando paralelamente en los dos, llegamos a cruzarlos y entonces… tranquilos respiramos. Fecha de terminación del primer arco E-O, con nombre y apellido del albañil que cayendo de allá arriba murió en el acto. Fecha en que levantamos la loseta que separa la cripta de la Iglesia, con maquinaria hidráulica supervisada y dirigida por el Sr. Serrano, para no perder ningún mm. de nivelación, etc., etc. La Sra. de Aramburo ? –no lo recuerdo bien– nos regaló su lujoso Dodge que no había corrido más de 5.000 Km y que si mal no recuerdo el P. Andrés lo vendió al mejor postor; todo para beneficio del templo. Éste fue el regalo número uno que recibimos en todo o casi todo el tiempo! Dicha familia vivía sobre Montevideo, muy cerquita de nosotros.

Consulté mis manuscritos que por ahí deje. Yo tenía conmigo otro manuscrito de episodios y fechas condensado, para consulta personal, pero cuando el 6 de marzo de 1976, al ser destinado a la Plata en Argentina, el Sr. parroquiano de confianza de los PP. y que con su camioneta viene todas las semanas a esta ciudad, le fueron entregadas mis maletas por ser una cosa muy ligera, con mis libros y apuntes más selectos, etc., etc. Cuando vino a dejarlas, un servidor no estaba en casa; dejó las que quiso y se fue. Al reclamarle que faltaba esta maleta y un buen paquete de ropa interior, que estaba todavía sin abrir; dijo que todo lo había dejado aquí. Hasta el presente nadie ha podido dar razón de cómo desapareció dicha maleta, paquete y demás.