Santuario de nuestra Señora de Fátima: Colonia Roma, en el centro de la Cd. de México

Como recompensa a nuestro trabajo misionero realizado calladamente en diversas colonias proletarias de la capital, la sagrada Mitra mandó llamar a un servidor, para ofrecernos un codiciado permiso, el de poder levantar un templo en la céntrica colonia Roma, cuando otros religiosos de mucha “potencia” y fuerza económica lo querían conseguir a como diera lugar, puesto que dicha ubicación se encontraba en el perímetro jurisdiccional de su parroquia. Por de pronto aceptada con gratitud semejante oferta, compramos unas casas sobre Chiapas 107 que remodelamos y convertimos en templo provisional que fue bendecido a las 18:30 el 1-junio-1952, por el arzobispo de Puebla, Dr. Octaviano Márquez; hasta que fue construido el templo definitivo actual.

Quiero dejar constancia para que sepan nuestros PP. que este templo fue arquitectónicamente estructurado y dejado todo preparado para tener crucero con salida sobre la hermosa avenida de palmeras que, si mal no recuerdo, se llamaba Yucatán. Si compran la casa vecina quod est in votis y quieren abrir crucero sobre la avenida Yucatán, tumbando la pared lateral del templo, van a encontrarse con altísimo arco gótico -según creo recordar- sin… [el texto ha sido dañado y se pierde un trozo pequeño del discurso] alguna del templo que pueda cruzarlo o que lo cruce, estorbando la arquitectónica vista. Idem de Idem, del otro lado.

Las fechas del comienzo e inauguración de este templo, estando un servidor fuera de México, no tengo ninguna. Tendré que recabarlas de los mismos PP. de dicho santuario.

Nota lúgubre de este Santuario: Por un tiempo un servidor fui a celebrar misa entre semana y domingos en que viniendo ya bastante gente tenía que celebrarla en el espacioso jardín con paredes cubiertas de moradas bugambilias y abundancia de floridos rosales que las Sras. con buen fino gusto cuidaban de poner en el altar de tal manera entrelazando las ramas con los candeleros y embelleciéndolo todo con arcos de rosas. Aquellas misas celebradas en aquel recinto tapizado con flor de buganvilia, teniendo por bóveda el límpido e intenso azul del cielo, en medio de un jardín de rosas y flores han quedado únicas e imborrables en la mente y corazón de quienes a ellas asistieron; pues llenándonos de alegría nos unían más a nuestro Padre Dios. Personas que me escribían a 15-20 años de distancia todavía recordaban, como un servidor, el encanto de lo que se les dio en llamar: Las misas mañaneras.

El lúgubre acontecimiento que llenó de luto y tristeza la incipiente comunidad parroquial fue el siguiente: Apenas esta comunidad hubo sido algo organizada, fue mandado de EE. UU. el P. Juan Fullana, C.R. para que de ella se hiciera cargo. Pasaron unos 4-5 o más años, cuando unos fingidos amigos suyos, encabezados por Pancho Valentino, cerrada la puerta de la calle para pasar la noche, por fines de robo, saliendo de su escondite, se echaron encima de él y… LO MATARON! Era el 13 de enero del año 1957. Los ladrones quedaron desilusionados al comprobar que los cálices, copones, y demás vasos sagrados robados del templo que eran de “oro macizo”, resultaron ser de vulgar metal. Los asesinos fueron capturados y encarcelados. Pancho Valentino, el cabecilla, creo que todavía está cumpliendo su condena. Yo estaba en EE. UU. y tomando el aéreo me desplacé a México para ayudar a solucionar tanto trastorno. Era el 13-enero-1957.

Los PP. que vinieron después de él, fueron quienes se pusieron al frente y levantaron el actual Santuario. Para más informes se tendrá que acudir a ellos.