Nuestra Señora del Sagrado Corazón, Colonia Nueva Tenoxtitlán en el Distrito Federal. Empezamos a trabajar por ahí, pues había más necesidad puesto que su capilla no era más que un tejaban, un techito sostenido por cuatro maderas viejas, sin paredes por los lados, con láminas de cartón mojadas en alquitrán y descompuestas por la intemperie. Como que tampoco tenía fachada, ni puertas, etc. había entrada libre para toda clase de animales domésticos que pasaban el día en la calle.
Los trabajos se comenzaron en la festividad de San Mateo el 21-septiembre-1947. Vino Mother Mildred Knoeber y Comunidad de MM. Benedictinas a cantarnos la misa. Muchos años antes el capellán había bendecido la primera piedra, con mucho aparato musical y fiesta; pero como que había resultado estéril y ni siquiera nadie recordaba el lugar en donde había sido enterrada; vino a bendecirnos la segunda “Primera Piedra” cuando ya afloraban los fundamentos de la futura Iglesia, Mons. Ruiz Flores de santa memoria, el día 4-diciembre-1947.
Vino a bendecírnosla desde EE.UU. en compañía del P. Provincial Juan Ordinas, Mons. Mathew Smith, gran amigo de nuestra Orden el 20-febrero-1949; partiendo el abajo firmado para la cabecera de su madre moribunda en España, vía Denver, unos dos días después.
Regresado en mayo y contento por tener el gran cuadro de la Virgen en lugar digno y ver como los fieles aumentaban en afluencia día a día, apenas llegado, recibí un aviso del secretario del Sr. Arzobispo Luis María Martínez, para que fuera con “urgencia” a visitarlo. El motivo fue para ordenarme de que teniendo ya la Iglesia levantada y bendecida, teníamos que poner un sacerdote exclusivo para su cuidado; pues un servidor, no podía atender las dos Iglesias al mismo tiempo. Excusándome de la escasez de personal, me planteó este dilema:
O ustedes ponen rápido un sacerdote en la “Tenox” o en breve habrá quien la pida, nombrado por la sagrada Mitra.
Ante esta disyuntiva los PP. de EE.UU. mandaron al benemérito P. Mateo Barceló, cujus memoria in benedictione est, amado y bendecido con cariño, por todos sus feligreses.